La imagen de un negocio físico es imprescindible de cara a los clientes, y una plaga es capaz de arruinarla completamente. A esta problemática, hay que añadirle el peligro sanitario que ello conlleva, tanto para el producto como para las personas que entren en el establecimiento. No hay que dejarse llevar si en el entorno no se trabaja con productos de la industria alimenticia, ya que en cualquiera de las situaciones existe riesgo o potencial para que una plaga prolifere. Si bien en varios casos la situación producida por una plaga es más evidente, existen otros en los cuales se desconoce. La regla de oro frente a este problema es no confiarse y actuar para paliarlo. Por lo tanto, en este artículo vamos a mostrar tres consejos imprescindibles para hacerle frente a esta situación, aunque antes de ello habrá que realizar una pregunta previamente. ¿Cuáles son las plagas más comunes, concretamente en la zona de Bilbao?
¿Cuáles son las plagas más comunes en los pequeños comercios de Bilbao?
Termitas
Las termitas son insectos que pertenecen a la familia de los isópteros y principalmente se alimentan de madera y de la celulosa. Se las llama comúnmente hormigas blancas puesto que son muy similares en apariencia física. Aun así,no tienen ninguna similitud evolutiva y suponen un mayor problema frente a edificaciones. Normalmente, las termitas evitan entornos luminosos, por lo que rara vez son visibles en áreas abiertas. Viven en grandes colonias, lo que les permite reproducirse continuamente, prolongando el problema. Son una de las plagas más complicadas y duras. Eliminarlas no es algo que pueda llevarse a cabo sin conocer bien sus características y puntos débiles. Es por ello que los casos más problemáticos sean atendidos a manos de una empresa profesional.
Cucarachas
Las cucarachas son de los insectos más comunes que se puedan encontrar en todo el globo. Son conocidas por la mayoría de la gente, y presentan patrones muy ingeniosos para poder sobrevivir, comer y reproducirse en un entorno adecuado pasando desapercibidas.
Como norma general no suelen picar, aun así, las cucarachas pueden suponer un problema de salud para algunas personas. Estos casos se pueden localizar tanto en hogares como en negocios. Algunas personas pueden experimentar síntomas de alergia y asma por respirar la piel de estos insectos o sus residuos. Estos insectos prefieren esconderse en grietas y hendiduras estrechas, por lo que escogen zonas de poca visibilidad. Se alimentan por las noches y comen una amplia variedad de alimentos y materiales no orgánicos. Esto les permite sobrevivir incluso en condiciones desfavorables, tales como casas u oficinas en estados impecables. Aun así, su aparición se verá reducida si el entorno se mantiene limpio.
Ratas
Las ratas son conocidas por ser portadoras y transmisoras de enfermedades a lo largo de la historia. Se han registrado hasta una docena de enfermedades susceptibles de ser transmitidas directamente por estos animales. Existen dos tipos principales de ratas en España. El título de gran protagonista de las plagas le corresponden a la rata marrón y la rata negra. Es por ello que, deben ser eliminadas cuando se sospeche que pueda haber una plaga. Estos mamíferos son muy persistentes, y si consiguen entrar en un edificio, es muy difícil eliminarlos. Es en estos casos donde pueden transmitir enfermedades y contaminar la comida o productos orgánicos.
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Consejos imprescindibles para plagas en pequeños comercios:
Mantén las condiciones higiénicas correctas
En este apartado vamos a enumerar una serie de pasos a seguir para mantener una correcta higiene en todas las áreas que ayuden a prevenir las plagas que puedan surgir. Con ayuda de esta lista, es más posible hacer de un negocio un lugar y libre de estas molestas plagas.
La limpieza en todas las zonas del edificio tiene que ser diaria y exhaustiva, utilizando los productos más adecuados del mercado para cada tipo de plaga y ha de asegurarse que el entorno quede seco y libre de humedad. Es vital realizar inspecciones periódicas por parte del personal para asegurar que las medidas sanitarias se mantengan, incluyendo todo tipo de materiales y equipos laborales. Es importante la eliminación de desechos, residuos y basuras. También hay que evitar siempre la acumulación de estos residuos y garantizar que estos se procesen adecuadamente. Respecto a los cubos de basura deben permanecer tapados en la medida de los posible, y se deben vaciar y limpiar con frecuencia.
La desinfección de desagües y sumideros es de vital importancia debido a que estos acumulan mucha suciedad al cabo del día y pueden desbordarse o atascarse por ese motivo. Esta causa es un atractivo a la hora de atraer las plagas, incluso en casos más severos se debe acudir a la ayuda de una empresa de limpieza profesional con cierta periodicidad. Otra manera de mantener condiciones higiénicas adecuadas es disponer de un protocolo de saneamiento. Esto significa que hay que tener en cuenta las indicaciones que el Ministerio de Sanidad procura. A todo esto se le incluyen las medidas relacionadas con el coronavirus u otras posibles epidemias. El mantenimiento y limpieza de los alrededores es imperativo. La idea es que los alrededores estén lo más limpios posibles para que no atraigan insectos o plagas desde el exterior. Es por ello que, un exterior despejado y limpio es una medida de prevención sencilla y de lo más eficaz. El aislamiento hacia el exterior, como poner barreras contra insectos y roedores es muy eficaz para combatir a los mismos. Tanto las mosquiteras como las puertas automáticas son dos buenas estrategias. También sería el caso del sellado de grietas y el correcto mantenimiento de las instalaciones en el sentido de su construcción y estructura.
Cómo detectar una plaga
Lo primero que debe saberse es si en nuestro hogar está proliferando algún tipo de plaga. Es muy posible ver indicios de cucarachas, chinches, termitas y otros insectos. A ciertas alturas se empieza a sospechar, especialmente, si los vemos en los mismos lugares. Además, estos animales o insectos suelen dejar rastros visibles como: restos de piel, que mudan con cierta frecuencia, huevos, sangre o incluso sus propios cuerpos.
Uno de los signos que pueden indicar la presencia de una plaga son los excrementos o desechos, especialmente en esquinas, rincones y grietas. Tanto los roedores como los insectos suelen dejar estas pistas y resultan muy fáciles de detectar a simple vista.
Dependiendo del tipo de plaga que sospechemos que asola nuestro negocio, lo más recomendable es buscar información relativa acerca de las características de excrementos y otras señales específicas. Un ejemplo podría ser el de las cucarachas, que dejan un rastro similar al polvo negro, mientras que las ratas excretan bolas de pequeño tamaño.
Si existe alguna zona que esté especialmente sucia o tiene basura acumulada o escombros, es conveniente que la examinemos en primer lugar. Como previamente se ha mencionado, la suciedad es un factor fundamental que ayuda a la aparición de plagas. Aun así, no debemos confiarnos en el caso de permanecer en un entorno que reúna las condiciones adecuadas. Existen algunas plagas, como las polillas, los pulgones o los ácaros que pueden desarrollarse en zonas que no estén necesariamente sucias. En estos casos prefieren la humedad. Los jardines, o césped por ejemplo, son también un imán que los atrae.
Contacta con una empresa profesional
Lo primero que pensamos a la hora de hacer frente a una plaga, es buscar en internet soluciones de bajo coste o caseras. Resulta muy fácil comprar un producto y rociar los rincones que pensemos que puedan alojar insectos. El problema de estas soluciones es que pueden no acabar efectivamente con la plaga y tienen el potencial de exponer a cierto peligro a las personas.Es por ello, que la mejor manera para solucionar la situación, es ponerse en contacto con una empresa profesional en eliminación de plagas. Sin ayuda profesional, no es posible diagnosticar el problema adecuadamente. Si no se detecta bien la amenaza, no es posible eliminarla completamente.