La desratización es un proceso parecido a la desinsectación. Sin embargo, este consiste en todo conjunto de acciones que se realizan con el objetivo de ahuyentar y eliminar las plagas de ratones o ratas ya sea de un hogar, negocio u otra instalación. Estos roedores son capaces de colarse por cualquier agujero en busca de comida. Por ello, este servicio es imprescindible ya que amenazan la higiene del lugar, pueden causar daños y se puede llegar a convertir en una grave amenaza para la salud de las personas.
Cómo llevar a cabo una desratización
El proceso de desratización se puede dividir en varias fases: el análisis previo, la acción y el seguimiento. El análisis previo es el primer paso, y consiste en la realización de una inspección y reconocimiento de la zona para detectar indicios de la actividad de roedores por la misma. Las señales más comunes suelen ser excrementos, materiales roídos, signos de mordeduras, ruidos de pisadas, entre otros. Por ello, es conveniente revisar zonas con almacenamiento de comida, basura, alcantarillado, e incluso la vegetación, ya que esta puede servir como refugio para estos animales.
Una vez confirmado que se trata de una plaga, procedemos a actuar, es decir, a la acción. Esta se realizará enfocada al estado de la infestación. Se pueden tomar diferentes medidas como medidas preventivas, que consisten en las acciones dirigidas a evitar la aparición de plagas de roedores. Para ello, se realizan técnicas como sellar posibles entradas y huecos, reparar agujeros, cambiar los almacenajes de comida, etc. Otro tipo de medida son las medidas de control, donde comienzan los trabajos de erradicación de la plaga de roedores, como la instalación de trampas y fumigaciones en la zona afectada.
Es muy importante elegir la técnica más adecuada en función del nivel de infección que esté la zona o el lugar, ya que dicho tratamiento varía.
El tercer paso y no menos importante consiste en el seguimiento, este sirve para evitar que roedores reaparezcan. Para ello, se comprobará que la plaga ha desaparecido y se realizan como repaso varios tratamientos al año.
Roedores más comunes
Podemos encontrar tres tipos de roedores que suelen ser los más comunes y son motivo de preocupación en las zonas urbanas. Estos son la rata negra, la rata gris, y el ratón doméstico. Tienen características diferentes pero tienen en común que pueden traer consecuencias graves para la salud.
La rata negra suele ser el tipo de rata que más preocupaciones genera. Se caracteriza por tener los ojos negros y grandes, y el cuerpo y la cabeza alargados. Miden aproximadamente 16-24 cm y pesan 150-200kg. Son de actividad nocturna y suelen encontrarse en lugares altos como tejados, árboles, áticos, agujeros de tejados y paredes.
La rata gris es más grande que la anterior, con una longitud de 40 cm aproximadamente. Su cabeza es redondeada y cuenta con los ojos y las orejas pequeñas. Suelen vivir en lugares abandonados y húmedos como la red de alcantarillado, los túneles, y los sótanos donde almacenan alimentos. Pueden llegar a suponer un problema en los inmuebles.
Por último, nos encontramos el ratón doméstico, un roedor muy ágil y rápido que se caracteriza por sus 10 cm de longitud y por no tener cola. Suelen construir sus madrigueras en lugares como armarios, paredes, áticos o incluso bajo el suelo. Su principal actividad la realizan durante la noche.
La desratización no es un proceso sencillo, por eso os recomendamos ponerse en manos de los mejores profesionales. En Sitehisa somos expertos en desinfección de plagas, contamos con más de 35 años de experiencia y disponemos de todas las herramientas necesarias para acabar con estos roedores. No dudes en ponerte en contacto con nosotros, al 944 476 888, ¡Sin ningún compromiso!